Nos levantamos con la idea de visitar el museo de Hemingway que no habíamos podido visitar así que nos tomamos el tren al centro. Como es fin de semana y el viaje se hizo más largo, decidimos cambiar e ir al mueso de escritores, pero cuando llegamos estaba diluviando. Para ver si paraba decidimos almorzar en el French Market, un mercadito que hay en la estación con muchos lugares para comer, ahí nos pedimos dos hamburguesas. Cuando terminamos de comer tratamos de ir al museo, pero llovía sin para y a las dos cuadras decidimos volvernos ya que con la lluvia era imposible. Al llegar a la casa merendamos unos pretzels que habíamos comprado. A la noche fuimos a una reunión en la casa de unos amigos de los tíos, pero Javier no fue porque se sentía medio afiebrado y al otro día tenía que trabajar. En la fiesta jugamos al pictionary y yo tuve que dibujar dos veces, por suerte las dos adivinaron. A eso de las 23 ya estábamos de regreso en la casa y nos fuimos a dormir.

Hoy nos levantamos un poco más temprano para poder tomar el tren de las 10:10. Por suerte llegamos bien. Una vez en el downtown nos tomamos el subte que nos dejaba cerca del Aquarium. Caminamos hasta ahí donde apreciamos una vista hermosa del río y el city line y entramos. Adentro vimos un par de cosas y nos pusimos a buscar dónde almorzar ya que teníamos hambre. Comimos mac & cheese los dos. Después seguimos recorriendo el acuario, un poco en desorden pero pudimos apreciar todo y la verdad que es increíble, hay especies de todas partes del planeta y te podés quedar viéndolas por horas. Como diría Jessi: “Es hipnótico”.

A la salida del acuario paseamos un poco y nos metimos en una librería llamada The Dial Bookshoop que quedaba adentro de un edificio y para subir lo hicimos en un ascensor con ascensorista. Ahí Jessi se llevó un par de libros.

Después pasamos por Open Books donde compramos algunos libros más, no sé cómo vamos a traer todos sin pagar exceso de equipaje. Antes de tomarnos el tren de regreso merendamos unos rolls de canela en la estación, Jessi probó el Pumpink Spice Latte de Starbucks y yo un Frozen Chocolate de Dunkin Donuts. Además, compramos pochoclos para ver Doctor Phibes Rises Again, la segunda parte de la película de Vincent Price. Antes de la peli cenamos una sopa de cebolla que hizo Richard que estaba riquísima.

Fue un día muy tranquilo, como a la noche festejábamos el cumpleaños de los dos tíos nos quedamos en la casa. Nos pusimos al día con los diarios, ordenamos el cuarto para que este presentable y no mucho más. Jessi se estrenó el vestido que compramos el otro día y a la noche comimos unos fideos con salsa strogonoff, de postre habían comprado una torta de chocolate y menta que estaba muy rica. Cuando se fueron todos nos fuimos a dormir.

Después de nuestra típica rutina mañanera, fuimos con los tíos al shopping ya que le querían regalar a Jessi un vestido para el cumpleaños de ellos. Terminamos en el Macy’s donde se probó como 5, de los cuáles 4 le quedaban hermosos. Terminó eligiendo uno rojo muy lindo. Después almorzamos en Giordanos donde sirven la Deep Dish Pizza y Jessi probó otra cerveza, esta vez una de Boston.

Llegamos a la casa y nos fuimos para Logan Square. Primero pasamos por una comiquería, después fuimos a City Lit, una librería que aparece en la serie Easy.

A la salida fuimos a la cervecería Revolution Brewery, donde se filmaron algunas escenas de Drinking Buddies. Ahí comimos unas alitas con un Sandwich de pollo al pesto. Obvio que Jessi tomó cerveza. Las alitas estaban picantísimas y el sándwich también pero no tanto como las alas. Para que se den una idea me bajé como tres vasos de coca.

A la salida fuimos a otra librería de usados donde nos trajimos más cosas.

Después caminamos al tren. Cuando llegamos a la estación de casa diluviaba así que nos tomamos un taxi a la casa. A llegar Richard estaba despierto y terminamos viendo una película llamada The Abominable Dr. Phibes con Vincent Price. Muy interesante. Cuando terminó todos nos fuimos a dormir.

A pesar de que nos habíamos acostado tarde, nos levantamos temprano porque teníamos que ir a ver Carmilla al festival de cine de Chicago, así que nos tomamos el tren de las 10 am. Cuando llegamos llovía un poco pero no nos mojamos mucho. Para almorzar fuimos a Eataly, donde Jessi se pidió unos ravioles de calabaza y yo unos ñoquis rellenos de espinaca. De postre compramos una cheesecake de fruto rojos y un crepe con chocolate y crema de avellanas. Una delicia y una bomba todo.

A las 13:30 salimos del lugar y empezamos a caminar las 4 hasta el cine, ya que la peli empezaba 13:45. Sin embargo, no nos dimos cuenta y a las 13:44 estábamos todavía a dos cuadras y tuvimos que correr para llegar bien a la peli. Por suerte pudimos hacerlo. Antes de la peli habíamos visto un mural de Chagall que está en plena calle.

Después de la peli merendamos unas donas en Dunkin Donuts y nos fuimos al edificio Sears caminando por el Riverside.

Durante 20 años fue uno de los edificios más altos del mundo, tiene 103 pisos y mide más de 400 metros. Tuvimos la gran idea de subir antes de las 18 y quedarnos un buen rato así que pudimos apreciar la ciudad desde arriba tanto de día como de noche.

Antes de tomarnos el tren para volver a casa nos compramos unos pochoclos en Garret, estaban bañados en caramelo y eran una delicia. Los más ricos que probé en mi vida. Al llegar a la casa nos hicimos unas hamburguesas y nos fuimos a dormir porque no dábamos más.

Hoy nos levantamos tranquilos, desayunamos y después los tíos nos  llevaron a un lugar llamado Half Priced books que por el nombre se imaginarán de qué se trata. Igual además de libros, venden películas, discos y hasta jueguitos viejos. Ahí les compré un par a Tobi y Manu. A la salida había un Michaels cerca así que es obvio que Jessi quiso que pasáramos un rato. Después volvimos al departamento donde almorzamos y ahí sí, nos tomamos el tren hasta Lakeview East. Lo primero que hicimos fue visitar el edificio donde ocurre Chucky 1.

Después merendamos en un Stan Donuts, Jessi se pidió una rellena de Nutella y banana con un té y yo una de frutilla con una chocolatada.

Como no podía ser de otra forma después visitamos un par de librerías. La primera se llama The bookman’s corner y es un desorden total, todos los libros apilados sin un orden aparente. Ahí yo me compré el de cuentos de Tom Hanks y uno de Douglas Coupland, todo por la suma de 7 dólares. Jessi se llevó los diarios de Joyce Carol Oates junto con un libro con ensayos de ellas todo por 5,75. Un regalo.

A la salida fuimos a otra llamada Unabridged Bookstore, en esa compramos un par de libros autografiados, el más importante de ellos es el nuevo de Joe Hill.

Después fuimos para el Music Box Theater pero antes comimos una pizza. En el cine yo me puse en la fila porque tenía el estreno de la nueva película de Kevin Smith mientras que Jessi aprovechó para ver por tercera vez el Joker así tenía algo que hacer mientras yo veía lo mío. El estreno de la peli estuvo buenísimo aunque la peli es muy para fanáticos y no es de las mejorcitas de él. A la salida Richard nos estaba esperando para poder llevarnos a casa. Un genio.

Nos levantamos más tarde ya que los planes del día eran ir a Milwaukee con los dos tíos. Salimos con un día hermoso y al llegar nos metimos en el Public Market, un lugar lleno de puestos de comida. Ahí compartimos dos sándwiches con Jessi que eran gigantes y estaban riquísimos. Uno era el famoso Ruben y el otro de cuatro quesos. Para tomar Jessi eligió tres cervezas que le gustaron por los dos dibujos que tenían las etiquetas.

A la salida nos sorprendió que de repente toda la ciudad estaba cubierta en una gran niebla. No se veía nada. Después de comer fuimos al Museo de Arte de Milwaukee que fue diseñado por el mismo que diseñó el puente de la mujer en Puerto Madero.

El museo es gigante y adentro vimos desde cuadros de Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Miró, Chagall y Kuitca, hasta una muestra de fotos.

Después de la obligatoria parada en el gift shop regresamos a casa. La distancia entre los dos lugares es de tan solo 40 minutos en auto. A la noche, ellos se pusieron a ver una película mientras yo actualizaba el diario y todos picamos un queso de Transilvania que estaba bañado en vino tinto. Después cenamos carne y nos fuimos a dormir.

Después de nuestra rutina tradicional de todas las mañanas llegamos al centro de Chicago y almorzamos en un lugar llamado Lou Mitchell, un típico merendero yanqui que nos recomendó Richard. Estaba increíble, parecía salido de una película. Ahí pedimos unos Waffles con alas de pollo y unos huevos Benedicto. No saben lo rico que fue todo.

A la salida nos tomamos el subte hasta Oak Park donde íbamos a visitar, entre otras cosas, el museo de Hemingway pero cuando llegamos ya estaba por cerrar porque el guía se tenía que ir antes.

Nos quedamos con las ganas así que pasamos a ver la casa donde creció y de ahí fuimos a la casa y estudio de Frank Lloyd Wright, el arquitecto que diseñó el Guggenheim. LLegamos y la última excursión ya había empezado hacía muy poco tiempo así que nos dejaron sumarnos. Es muy interesante todo lo que hizo en la casa y las ideas que tenía sobre arquitectura. Todo el tour duró una hora y para volver al subte fuimos por una calle que tenía muchas casas diseñadas por él.

Antes de tomarnos el subte pasamos por una librería gigante llamada The Book Table. De ahí volvimos al centro y fuimos a otra librería sólo de usados donde conseguí dos libros de Chuck Palahniuk por 5 dólares cada uno. Antes de tomarnos el tren de regreso quisimos comprar algunos cupcakes para el tío de Jessi que cumplía años pero estaba todo cerrado. Richar nos esperaba en la estación y por el cumple cenamos un pollo con queso y vegetales.

Arrancamos como todas las mañanas desayunando en la casa y tomándonos el mismo tren de siempre. Llegamos a Chicago y buscamos un lugar para almorzar rápido porque Jessi tenía una película que ver en el Festival de Cine de Chicago. Quisimos ir a la pizzería Giordano´s pero estaba llena de gente y terminamos en un fast food de comida india. Los dos nos pedimos un Wrap, el mío era de pollo con curry y estaba muuuy picante. De ahí fuimos al cine donde Jessi se quedó para ver su peli y yo me fui a hacer dos horas de tiempo hasta que terminara su película. Fui primero a Graham´s Comics y después anduve por varios lugares, entre ellos la Disney Store. Faltando 5 minutos para las 5 llego al cine y me sorprendo al encontrar a Jessi esperando. Resulta que le dijeron mal la sala y se metió a ver otra película que había terminado hace 40 minutos y me tuvo que esperar ella a mí. De ahí nos fuimos a Stan Donuts donde ella tomó un café con una Dona de Halloween y yo un Milk Shake de Oreo y una dona rellena de manteca de maní.

De ahí nos fuimos a un Barnes & Nobles que fue una desilusión ya que no tenía casi nada de ofertas. Nos tomamos el tren de las 20:30, que salió con unos minutos de demora por unos problemas mecánicos y Richard como siempre nos estaba esperando en la estación. De cena preparó unos fideos. La curiosidad fue que eran fideos Dolce & Gabanna. Después de charlar un rato con los tíos nos fuimos todos a dormir.

Como estamos esperando el nuevo celular de Jessi para que pueda sacar buenas fotos, estamos usando estos días para hacer todas las compras que queremos, es decir todo lo que no amerite fotos. Hoy nos levantamos tranqui porque ya habíamos arreglado con Richard que a las 17, cuando él terminara de trabajar, íbamos a ir a un Outlet. Durante el día hicimos fiaca en la casa, lavamos la ropa y a la tarde yo me hice una escapada a una especie de almacén que había cerca para comprar algo para merendar en el jardín. A las 17 en punto salimos, primero pasamos por UPS para devolver a Amazon el celular de Jessi y de ahí sí, al shopping. En el Outlet compramos muchas cosas, desde ropa hasta funkos para mí. Había muchos lugares nerd para visitar y yo quise entrar a todos. Había uno llamado FYE que vendía blu rays y Dvds baratos y nos trajimos algunos. Jessi se trajo una edición especial de Laberinto, junto con la nueva de Rob Zombie y una que le faltaba para su colección del mismo director. Yo me traje un pack que tiene las ocho martes 13 originales. A la salida cruzamos al Walmart donde compramos algunas cosas para tener para desayunar. De ahí ya volvimos a la casa donde Richard cocinó cordero con cuscús y le agregamos un poco de Cottage Cheese. Estaba todo riquísimo. De postre un postrecito Hersheys que compramos en Walmart y a la cama.