Viaje a Esquel – Día 2

Hoy nos levantamos tranquilos, desayunamos en el hostel y salimos a caminar por la ciudad. Primeros fuimos a la oficina de turismo para ver qué nos recomendaban hacer y de ahí a las agencias de viajes para averiguar sobre las excursiones.  En la primera agencia no le pusieon mucha onda y en la segunda todo lo contrario. Nos armaron todo un itinerario para la semana. Salimos pensando cuales íbamos a hacer y de paso nos fuimos a almorzar a una especie de bar, resto, confitería. Jessi se pidió una ensalada que tenía tomates cherry, lechuga, roquefort y jamón crudo crocante, yo un lomo que vino con salsa de champignones y puré. De ahí volvimos un rato al hostel y después nos fuimos a escalar el cerro de la cruz. Según google es toda una subida que te llevaría 1 hora y 43 minutos, y la verdad que tenía razón, la hicimos en casi ese tiempo. Al principio la subida es muy empinada pero después es más tranquila, igual llegamos a la cima agotados. Lo bueno es que tiene todo un sendero que si lo seguís llegás perfecto, lo malo es que no hay ninguna señal que te oriente un poco. La vuelta, toda en bajada, fue muchísimo más rápida. Cuando volvimos a la ciudad fuimos a comprar unos sanguches de miga para la excursión de mañana que vamos al parque nacional. Volvimos al hostel y fui al local de enfrente a comprar una pizza para la cena. Estaba bien pero nada del otro mundo, parecía medio una uggis. Mientras nosotros cenábamos el resto de los huéspedes junto con los dueños estaban preparando un gran asado. Terminamos de comer y volvimos al cuarto. Nos duchamos y nos acostamos agotadísimos. Según mi celular caminamos 17 kilómetros.

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